Hoy como ya
hace muchos días, camino con la cabeza gacha, con la mente perdida, una mirada
triste y un corazón vacío. No sé a dónde ir, no hay ni siquiera una razón para
ir a algún lado, no hay un sentimiento que me atraiga, una persona que me
espere, un beso que me ate o un corazón que lata mi nombre. Hoy no encuentro
rastro de vida en mí, estoy vacío, sin rumbo, sin deseos, sin nada. No hay
sentimientos felices, no hay una razón para sonreír, no hay razones para
respirar o simplemente no existe quien me de esa razón para luchar. Siento como
poco a poco esa soledad maldita envenena mi mente con sensaciones, sueños e
ilusiones idiotas, que nacen y mueren allí mismos en un corazón vacío en un corazón
muerto. Mientras camino siento celos de la felicidad que reflejan los demás,
porque ya no creo, ya no espero, ya perdí todo, me perdí a mi mismo. Ya no hay
porque escribir, ya no hay inspiración, ya las palabras se están secando, el
sentimiento se ha marchitado, ya se perdió todo… Ya perdí lo que más he querido.
Carlos Osorio
Universidad del Tolima
Lic. Lengua Castellana
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