jueves, 22 de octubre de 2015

AMANTE


Has revivido lo que ella ha dejado morir, ha dejado… ¡Marchitar! Todas aquellas sensaciones y emociones que en algún momento nacieron en mí hacia ella se han desvanecido como el agua entre las manos.
Pero tú has hecho que mi corazón lata de nuevo, y mi sangre corra tan desenfrenadamente como un corcel que recorre los valles sintiendo la suave brisa y el indomable viento en su pecho. Aunque lo nuestro sea prohibido, pese a que… le perteneces a él, sé que me amas tanto como yo a ti, igualmente que se ha encargado de matar tu cariño y sólo te quede desprecio.
Tú y yo nos elegimos, y nos liberamos de estos seres que sobran cuando estamos juntos, nos miramos o solamente nos pensamos con ese deseo que se adueñó de nuestras almas.
Tu boca sabor a miel, tu cabello lacio y negro como la noche, ¡todo tu ser! Que ha sido esculpido por los dioses, tu rostro tallado por los ángeles son todo lo que puedo  pensar desear y anhelar.
Cuando hacemos el amor entre sábanas blancas, que son testigos los astros y desde el firmamento contemplan el big bang de nuestras pasiones que se funden en una sola irrumpiendo lo imaginable. Y probamos el sabor rojo de la sangre que hace detonar la pasión del alma y el deseo del cuerpo; saciando nuestras almas de esa imposición que no ahoga en nuestras ausencias.
 La luna te acompañara en mi nombre y solo me queda esperar que nuevamente nos entreguemos. No puedo negar que a la hora de despedirnos es cuando más duele el día, ¡o la noche!...Al pensar en ti; puedo escuchar el suave sonido de las rosas que sobre nuestro lecho clandestino hacen llegar a mi mente el recuerdo de estos maravillosos instantes fugaces. Rosas que solo los que han amado como yo pueden escuchar y solo ellos podrán entender o por lo menos comprender lo que siento y todo esto al pasar por mi mente me lleva a un mismo lugar, a una misma conclusión…

Quiero que sepas que te amo…

arley pelaez

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